lunes, 25 de febrero de 2008

LAMENTABLEMENTE, UNA COSA DE TODOS LOS DÍAS

El tren que ayer salió 17.50 de Escobar. Pasando por José León Suarez.
Tren lleno de familias trabajadoras. Muchos chicos que vuelven de pasear.
Mucho calor, mucha incomodidad. Ventanas levantanas. El calor sofocante, la falta de ventilación y espacio, y los pasajeros apiñados tornan el aire irrespirable. No se puede viajar de otra manera más que con los vidrios levantados.
De repente una piedra del tamaño de un puño entra por una de esas ventanas abiertas, roza a dos chiquitos de unos 8 años que estaban sentados del lado de la ventana, cruza el pasillo y antes de pegarle a otra nena que estaba del otro lado, encuentra la cabeza de este muchacho y se la parte.
Lamentablemente esto sucede todos los días. TODOS LOS DÍAS.
La empresa debería tomar los recaudos para brindar seguridad a los pasajeros. Seguramente dirá: "Tendría que bajar las ventanillas". Pero con 30 y pico de grados, y los vagones atestados ¿es humano encima bajar las ventanillas? ¡QUE LA EMPRESA PONGA VIDRIOS RESISTENTES Y AIRE ACONDICIONADO!.
¿O acaso es demasiado pedir, el querer viajar como seres humanos?.

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